Tras años emprendiendo y grabándome, sentía que algo fallaba, a veces, al acabar vídeos me sentía desgastada, algunos directos más que otros, quería una perspectiva diferente y profesional sobre qué me estaba pasando y guía en cómo mejorarlo y Ana apareció. Cada una de nuestras sesiones ha tenido práctica, diversión, teoría y reflexiones, de cada una de ellas me llevo un tesoro, he aprendido a sentirme mejor delante de la cámara y sobre todo a disfrutar abriendo mi corazón y conectando desde ahí.

María Callizo