Esta es mi zona de recreo escrito. Aprendizaje y risas en público: 100% práctico y divertido.

Cómo hacer una entrevista y que no se rían en el intento

Dale al Play, escúchalo y míralo un rato. No hace falta que lo veas entero, aunque engancha. Es de los que te quedas ojiplática, boquiabierta, y no das crédito. Jugoso, jugoso, jajajaja.

¿Ya lo has estado mirando un rato? ¿Y qué?
¿Qué conclusiones empiezas a sacar?

Si la primera conclusión que sacas es… «pues no está mal». Por favor, mírate el vídeo enterito, los 10:51 minutos, y luego me dices si has cambiado o no de opinión.

Como siempre, no voy a entrar a juzgar el contenido (aunque ganas no me faltan jajaja), pero sí en la forma… Voy a analizarlo como suelo hacer para que tomemos nota de qué cosas están bien o no tan bien a la hora de hacer nuestros vídeos.

1. El set de rodaje. Me gustan los set minimalistas. Si no tienes un buen set, tirar por uno neutro es lo mejor. Pero en este caso ni por esas se salva. Claro, es que no solo es el set, son los personajes. Su actitud, su manera de sentarse, de hablar… Ese plano frontal de los dos ahí sentados, de esa manera que están sentados, ese pataje (como diría mi madre), ese fondo sin tensar y las sombras y brillos que tiene… No me dicen nada y por tanto no me gustan, pero no es lo peor.

2. ¿Cuántas cámaras usar? Si vas a realizar una entrevista y usas una sola cámara, es difícil, pero puedes hacerlo. Con ingenio y gracejo, todo se puede salvar. Deberás ser maestra de edición, para luego saber montar. Fíjate que aquí usan al menos 3 cámaras o 3 planos (el de los dos, el del entrevistador y el de la entrevistada).
Si solo tienes una cámara y no quieres editar nada… ¿qué tal si te planteas grabar solo al entrevistado/a? Tú al otro lado, preguntas, acompañas, pero solo se le ve a él/ella.

3. La frescura de las entrevistas. Una de las ventajas de las entrevistas es la fluidez y la frescura. Al ser un diálogo se presupone que la comunicación es más dinámica y rica. Pero a veces, como el ejemplo de este post, eso no es así. El entrevistador está envaradísimo y forzadísimo. ¡Qué poca naturalidad! (Como si se hubiera zampao él solo la torta de Belén). Y la entrevistada… madre mía, ese soniquete de respuesta escrita, ese cabeceo que delata tan poca espontaneidad y ese flequillo!! (esto es un aspecto físico, no debería enjuiciarlo, pero ese cabeceo me lo hace aún más visible, ese flequillito y ese pelo lacio, son parar nombrarlos jajaja).

4. El ritmo. Lo tienen todo parar hacer una entrevista… decente. Han grabado varios planos de la entrevista (incorrectos, pero los grabaron), tiene fondo neutro (sin tensar y muy encima de ellos, eso sí), tiene edición y rotulación (con muy poco estilo, pero la tienen), se les ve y se les oye bien… ¿qué les falla? Todo lo demás. Los actores (entrevistador y entrevistada) y el guion (cumple su objetivo de informar, pero nada más, es previsible por decirlo suave), ambas piezas clave revientan el ritmo, falso, cansino y soporífero. Le sobran 9 minutos, por no decir todo. Jajaja

5. Que no te salga el tiro por la culata. Lo peor que te puede pasar cuando compartes un trabajo (una obra teatral, una grabación, una formación…), es que quieras transmitir un mensaje y resulte ser un hazmerreír para toda la galaxia. Ese es uno de los peores terrores de exponerse en público, y señoras, para convertirse en un hazmerréir como este, hay que cometer muuuchos fallos y tener un punto de freak absoluto. No te va a pasar en tu emprendimiento, si haces las cosas sabiendo cómo y no eres prima de la del vídeo, claro, jajajaja. Ahora una cosa es cierta, tiene la leche de visualizaciones (casi 250mil!!). ¡Como vídeo cómico se lleva la palma!

CONCLUSIONES:
Si decides grabar una entrevista…

no llames a tu primo para que te entreviste,
ni a tu amiga Pili para que te grabe
y que no te lo edite tu padre.
Busca ayuda profesional.
Pero, sobre todo, cúrrate el guion y la actitud frente a la cámara.

Muéstrate distendida y espontánea.

La ventaja de las entrevistas es que son una manera de comunicar dinámica y fresca. Este no es el caso.

Si quieres dar el salto y dominar la comunicación auténtica para tu negocio, ¿hablamos?

Aquí estoy para lo que necesites.

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